jueves, 23 de mayo de 2013

Mi opinión sobre la campaña publicitaria de Educación sexual de Profamilia, RD

El hecho de que la jueza de la Quinta Cámara Civil y Comercial del Distrito Nacional, Eunice Minaya Pérez rechazara el  lunes pasado el  recurso incoado por la iglesia católica contra la campaña del Patronato  Profamilia a favor de los derechos sexuales, en la que se establece que la campaña publicitaria  no viola derechos fundamentales, tiene implicaciones en su contexto que no son comprendidas  en su totalidad por la sociedad dominicana.

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Al margen del aspecto espiritual y haciendo a un lado lo que dice la Biblia -La palabra de Dios-al menos por un breve momento, el asunto  tiene muchos aspectos que deben ser analizados con cuidado. El presidente del patronato de Profamilia, Fausto Rosario Adames,  mostró su satisfacción con la decisión de la jueza diciendo que era un logro ¿pero de qué?  ¿Evadir responsabilidad de las autoridades, los padres o de los hijos?

Como padres no se puede educar a los niños de forma integral si  esa educación está restringida por parámetros establecidos por terceros, que no van a garantizar,  no solo que luego el niño sea un ciudadano responsable, que obedezca  las leyes establecidas y cumpla con sus obligaciones, sino también,  que pueda exigir el respeto que todo individuo merece  y hacer valer sus derechos y opinión.

¿Cuál es el criterio para enseñar a un niño la diferencia entre lo que es una relación responsable y de amor,  a lo que es violencia domestica, de género y/o abuso?

¿Cómo puede un niño entender que si un adulto les toca inapropiadamente o les agrede, pueden sentir la confianza para contarlo y no dejarse someter por el miedo, si antes no le hemos enseñando que puede contar sobre cualquier asunto a sus padres o tutor y obtener ayuda, y tampoco le hemos instruido el alcance que esto realmente tiene para su vida? 

¿De qué nos sirve buscar alternativas para evitar el aumento en el índice de embarazo y/o muerte de madres adolescentes, si antes no le educamos para que cuide su cuerpo hasta tanto este emocional y físicamente preparadas para sostener relaciones sexuales sin riesgos de sufrir enfermedades de trasmisión sexual, un embarazo no deseado y/o abusos?

Cito Párrafo de la Monografía elaborada por La Oficina Nacional de Estadísticas que refiere la razón para el alto índice de maternidad en adolescentes y que resulta muy oportuno:

“…la falta de la debida educación en materia de sexualidad, el inicio precoz de las relaciones sexuales cuando aún no existe la madurez emocional ni física, muchas veces impulsadas por la carga sexual tan fuerte que existe en los medios de comunicación que promueven una vida sexual irresponsable. Otra de las posibles causas es el abuso sexual. En el Caribe, del 30% de adolescentes que tuvieron relaciones sexuales, la mitad refiere que su primera relación fue forzada”.


¿Cómo queremos mostrar a los niños la necesidad de estudiar y prepararse, así como  las implicaciones que un embarazo a destiempo puede hacer con sus sueños y planes a corto  y largo plazo, si no lo enseñamos a valorar las cosas en su justa medida y priorizar?
¿Cómo podemos enseñarle lo que está bien o mal si no conocemos la diferencia?

Haciendo referencia a la mencionada  campaña de Profamilia; ¿Está una niña de 11 o 12 años en plena capacidad de disfrutar su sexualidad o decidir si tiene o no un bebe? O lo que se entiende mejor ¿Es saludable, sano, que una adolescente entienda que puede tener relaciones sexuales cuando y donde quiera y luego practicarse un aborto sin más?  ¿No es mejor prevenir que lamentar? Recuerde que La Organización Mundial de la Salud establece la adolescencia  entre los 10 y 19 años.

¿Y que de los padres? ¿Tienen la obligación de mantener a sus hijos adolescentes, pagarle los estudios sin poder inmiscuirse en otras cuestiones tan o más importantes que estas?  ¿Es eso sano, justo, racional?  ¿Deben los padres permitir que los adolescentes descuiden y/o abandonen  sus estudios para tener relaciones en cualquier hora o lugar? O en el peor de los casos, ¿deben los padres hacerse de la vista gorda o asumir el costo de los condones, moteles, etc.,  sin hacer preguntas?  ¿No es esta la diferencia entre un padre y un simple proveedor?

El resultado de la falta de educación sexual objetiva, oportuna y racional  o peor aún, una viciada, tergiversada y mal enfocada se refleja en el comportamiento de los individuos y al final,  de una manera u otra,  todos pagamos el error. Honestamente no sé si la jueza y las partes involucradas en esto han tomado en consideración estas cuestiones que detallo brevemente.

A saber:

·        El irrespeto de los hijos a los padres, a la autoridad y a sí mismos
·        Desconocimiento de los riesgos que corre su salud por enfermedades de transmisión sexual u otros,
·        Inicio de relaciones sexuales prematuramente por la falta de madurez emocional y física para iniciar y mantenerlas de forma segura responsables, (la edad ha descendido drásticamente;  ya desde los 12 o 13 años ya han iniciado la actividad sexual).
·        Seguridad para atreverse a denunciar abusos y falta de respeto,
·        Aumento en el porcentaje de madres adolescentes,
·        Aumento de muerte de madres adolescentes,
·        Casos de abuso sexual de padres a sus propios hijos menores,
·        Casos de hombres adultos sosteniendo relaciones con  menores de edad,
·        Paternidad irresponsable,
·        Trata de blanca y prostitución infantil

Actualmente la sociedad está enfrentando la degradación sistemática de sus cimientos -la familia- y cada decisión que tomamos  se refleja en ella tarde o temprano. Un ejemplo de ello lo es el ingenuo concepto de que con el uso del condón se evitan enfermedades, embarazos no deseados, etc., obviando cuestiones elementales y prioritarias, para evitar males mayores.

Hoy se impone pues, la necesidad de instruir a los niños y adolescentes en materia sexual, pero debe hacerse gradualmente y sobre todo, de forma correcta.  Es menester que los adolescentes entiendan que cuando llega un embarazo no deseado,  se sufre una enfermedad de transmisión sexual, o llega el remordimiento por las malas decisiones tomadas, quienes sufren más y  enfrentan  las terribles consecuencias son precisamente ellos mismos, aunque sus familiares y padres sufran con ellos.  Tal como comentaba un compañero de trabajo, la educación sexual es mucho más que   planificación familiar y/o esterilización, que es el trabajo primordial de Profamilia.  La educación sexual ideal debe darse gradualmente, a través de un programa bien estructurado, permanente y   dirigido a los individuos en sus  diferentes etapas.

En otro orden de ideas,  desvirtuar los reclamos para que se elimine o reformule la mencionada campaña de Profamilia tampoco es inteligente.  Es importante entender que en la Iglesia Católica hay pederastas, pedófilos y violadores,  como en cualquier otra organización del tipo que sea puede haber y de hecho hay, pero eso no impide que sus reclamos (que no son solo de esta) sean  valorados en su verdadera  dimensión para establecer si dichos reclamos son justos o no.  El hecho de que yo mate no cambia el hecho de que matar es un crimen y pueda en un futuro exigir justicia por un asesinato ¿no?

Así mismo, tenemos que darnos cuenta también que lo que actualmente ocurre en la sociedad tiene su origen no solo en  la falta de instrucción  y/o conocimiento de los ciudadanos, sino también de lo espiritual.  La droga, la inmoralidad sexual y el materialismo, entre otros factores igual o más nefastos, están aniquilando los ideales patrióticos, los principios morales, las convicciones espirituales.  Actualmente  la  sociedad dominicana cuenta con muy pocas instituciones que conserven el espíritu y propósito para lo cual fueron creadas (un ejemplo de ello es la Policía Nacional), y cada vez es mas débil el sentimiento  patriótico y el amor a las buenas costumbres.   Ahora, es la familia la que se ve seriamente amenazada por  la falta de una campaña de educación sexual bien orientada, o por el contrario, por una campaña mal enfocada,  y tanto una como la otra,  pueden socavar seriamente los cimientos de esta, toda vez que ocasionan  un serio conflicto de roles y la consecuente falta de respeto de los miembros que la forman.

Debo aclarar sin embargo, que no pretendo ser una experta en esta materia; solo estoy muy preocupada por esta situación y humildemente me permito analizarla usando la lógica y el  limitado raciocinio que Dios me concedió.  Desde luego, estoy de acuerdo con educar a  niños y adolescentes en materia de sexualidad, pero debe hacerse con la forma oportuna, sistemática y con el debido enfoque,  para que esta sea asimilada correctamente por ellos.  El problema no es si se educa o no;  el problema es cómo y cuándo.  Como bien lo dijo el sabio Dios, todo tiene su tiempo. 

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora…” Eclesiastés 3.1

“…¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!... ” Isa.5.20.



Doy las gracias a Franklin Inoa, mi cuñado,  por sus oportunos comentarios sobre el particular; me aclararon bastante las ideas antes de plasmarlas aqui.