sábado, 24 de mayo de 2014

A propósito del dia de las Madres: una reflexión

 
 
Se acerca la celebración del día de las madres y a propósito de ello, vuelvo a recordar  que para mí, la maternidad siempre ha estado en un nivel idealizado y con estándares sumamente  altos, pero tristemente,  hoy en proceso de extinción.   En este sentido, me ha llegado una reflexión que quisiera compartir con las madres y las que esperan serlo,  que ojala les sirva de algo.

·         Una madre puede disciplinar, ser firme y a veces,  muchas, ser muy dura, pero nunca tiránica; la disciplina debe tener un propósito y ante todo, debe prevalecer el amor.

·         Sea coherente y justa cuando discipline, el castigo debe corresponderse con la falta;  no abuse.  No es lo mismo respeto que temor.

·         Siempre Trate de cumplir lo que promete: un regalo, estar donde su hijo espera que lo acompañe,  un premio o en el peor de los casos un castigo.  El hijo recuerda lo que usted dice, pero lo moldea lo que usted hace.  Lo peor que puede hacerle a su hijo es convertirlo en un ser que desconfíe de usted y de todo mundo.

·         Su hijo es su hijo haga lo que haga, no solo cuando se porte bien.  La disciplina no debe ser olvidada, pero el amor nunca se negocia. Su hijo debe saber que usted está enojada por lo que hizo mal, pero nunca debe dudar de su amor.

·         Está bien que quiera darle lo que usted nunca pudo tener (celulares, computadoras y equipos electrónicos modernos, viajes, etc.)  Pero no olvide darle lo que sí tuvo;  tiempo de calidad, buenas costumbres, respeto, amor o disciplina; aquellas cosas valiosas y de buen nombre con las que usted cuenta.

·         Hágale saber a su hijo que es muy importante para usted, pero no cometa el error de renunciar a sus propios sueños o anularse usted por darle gusto; porque luego no le respetará ni valorará. Hay madres que se esfuerzan más allá de sus posibilidades en cumplir cada deseo o capricho del hijo para que las quieran,  y logran exactamente lo contrario.

·         Sea comprensiva, comparta con sus hijos, pero no se confunda; recuerde que usted es su madre, no su amiga.

·         Muchas veces tendrá que dejar de hacer cosas que le gustan y otras veces,  hacer lo que no le agrada  para tener un hijo emocional e intelectualmente sano.  La cuestión es: no negocie sus principios o valores, pero ceda un poco su comodidad.  Amar es siempre un  compromiso y muchas veces renuncias.

Recuerde que ese niño de hoy será el adulto de mañana con el cual usted espera poder  contar; todo depende de cómo lo conduzca usted. 

A propósito les recuerdo,  que el ser más parecido a Dios es una madre y a muchas se les olvida; otras ni siquiera lo saben.  Busque la guía divina en su palabra (La Biblia), nadie más puede entender y ayudar a una madre que Dios mismo.

Una aclaración: No he parido pero tengo la capacidad y la experiencia para saber que lo que digo es muy cierto: soy hija.

¡Felicidades mamá!