miércoles, 1 de mayo de 2019

En el Día Internacional del Trabajo: una conclusión personal


Hoy es un excelente día para tratar el tema.  Hace unos meses, en una conversación con un amigo, este comento que "Cuando los  hombres no tienen dinero,  las mujeres los botan".  Hoy que es Día Internacional del Trabajo, traigo esta reflexión -y mi conclusión personal-  porque además de que resulta injusto, no es verdad. Veamos por qué.

Cuando un hombre se queda sin trabajo, sin ingresos;  en otras palabras,  no produce dinero,  pasa lo siguiente: Lo primero es que el tipo comienza a tener complejos y prejuicios y su autoestima baja al piso porque no es el suplidor del hogar.  Eso por un tiempo y medida es normal y correcto, pero luego de meses y años ya no: llega a ser un verdadero problema que casi siempre degenera en cosas peores. Segundo: Descuida su aseo y cuidado personal: No se recorta el pelo ni se afeita, no cuida como se viste y comienza a hacerlo casi  andrajosamente; Tercero: Si es padre, pierde autoridad.  No se siente capaz de mantener el nivel de respeto en sus hijos y esposa y descuida también la disciplina; no cumple con su rol de cabeza de familia. Cuarto: Es inoperante; como no produce dinero y tiene la autoestima baja, (generalmente no se sienten hombres cabales si no tienen dinero en el bolsillo) tampoco asume responsabilidades y labores dentro del hogar que compense el hecho de que esta cesante. Quinto: La mujer ya no cuenta con el compañero, el amante, el novio, su media naranja. Su complemento,  ya no lo es.

Entonces un buen día, después de largo tiempo aguantando;  la mujer se da cuenta que: a) no tiene ayuda económica, b) ni en las tareas y responsabilidades,  c) siente vergüenza en lo que se ha convertido su pareja, d) no tiene ayuda idónea (recuerden eso), e) tiene que lidiar con la disciplina de los hijos;  y decide que ya está harta, enfrenta al marido (de nuevo y por enésima vez, porque tengan ustedes por seguro que lo ha hecho infinidad de veces y no siempre atacando o reclamándole, aunque para los fines de lugar, el tipo lo tome así) y como él no reacciona y toma la determinación de hacer algo practico; ella  termina mandándolo a la Conchinchina (peor si el tipo ni se le ocurre donde puede quedar eso).

Por el contrario, ¿qué pasa cuando es la mujer que se queda sin trabajo? Les refresco la memoria:

1.- Engorda el marido,
2-  La casa está más limpia y organizada,
3-  Los niños están mejor atendidos, mejoran en la escuela porque alguien los supervisa mucho mejor con las tareas,
4-  La ropa mejor lavada u organizada,
5-  Paga las cuentas a tiempo y hace rendir el presupuesto  del marido,
6- Aunque ya no se arregle como una ejecutiva, una mujer difícilmente descuida su apariencia. Vamos a decirlo de este modo: sólo se relaja un poco.

Y todo esto,  independientemente de que tenga o no servicio doméstico.  En pocas palabras;  la mujer canaliza sus energías para otro lado.

Así que mis amores, antes de emitir comentarios a la ligera (no puedo negar ni quiero, que haya mujeres que confirmen la regla y usen sus maridos para sacarles dinero y sólo mientras dure), se tomen unos momentos para analizar esto y  abstenerse de generalizar (me consta que existen -y conozco- hombres que son excepción a la regla  y mantienen su autoridad, respeto y dignidad aun cuando no tengan trabajo fijo),  y condenar a diestra y siniestra a las mujeres,  que las mayoría de las veces, son las que más sufren por ello.   Es oportuno recordar, que aunque trabaje fuera de casa, la mujer también se ocupa del hogar, así que el trabajo es doble.  Si lo dudan, hagan un ejercicio: permítanse un fin de semana solos con sus retoños y denle esos días libres a la madre;   ya me contaran si no. 

¡Feliz del  Trabajo!

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